DEPORTE
Maximizar la recuperación
El nuevo estudio del Equipe Enervit
Efectos de la suplementación con mezclas de maltodextrina y fructosa sobre la inflamación y la recuperación post-ejercicio.
Descubre el nuevo estudio del Equipe Enervit
por Equipe Enervit
Cuando practicamos deporte, especialmente durante actividades intensas o prolongadas, nuestro cuerpo activa procesos inflamatorios bien conocidos. Estos procesos son esenciales para reparar los músculos y tejidos estresados por el ejercicio, facilitando así la recuperación y la adaptación física. Sin embargo, si la actividad física es particularmente intensa o se repite con mucha frecuencia, la inflamación puede volverse excesiva. Esto puede retrasar la recuperación y aumentar el riesgo de lesiones y estados de "sobreentrenamiento". Estas afecciones, si se prolongan en el tiempo, también pueden inducir un debilitamiento del sistema inmunológico, lo que nos expone a un mayor riesgo de enfermar. Por lo tanto, es crucial identificar estrategias efectivas para modular y manejar dichos estados inflamatorios. Numerosos estudios en el pasado han sugerido que la nutrición puede desempeñar un papel crucial en estos procesos. En particular, la suplementación dirigida, caracterizada por una ingesta adecuada de mezclas específicas de carbohidratos, pareció ayudar a reducir la inflamación y promover una recuperación más eficaz y rápida.
También hay que tener en cuenta que la dieta moderna tiende a ser rica en alimentos que contienen altas cantidades de omega-6 (presentes, por ejemplo, en los aceites vegetales), que son precursores de moléculas proinflamatorias. Por el contrario, se reduce el consumo de omega-3, ácidos grasos con propiedades antiinflamatorias, contenidos principalmente en los peces de mares fríos. También se ha observado una proporción alterada de la relación de omega-6 y omega-3 en los atletas, lo que los hace más susceptibles a las reacciones inflamatorias elevadas después del ejercicio.
El Equipe Enervit ha decidido llevar a cabo una investigación destinada a comprender mejor lo que sucede con el metabolismo del deportista durante y después de un esfuerzo físico intenso. Para ello, realizamos un estudio con un grupo de corredores, para analizar el impacto de una mezcla de hidratos de carbono, maltodextrina y fructosa en una proporción de 2:1, sobre la inflamación post-ejercicio. Los resultados obtenidos han sido muy interesantes y abren nuevas perspectivas sobre el papel de la nutrición en el deporte.
El estudio
En el estudio participaron 29 corredores, 4 mujeres y 25 hombres, que participaron en dos pruebas de carrera de 15 kilómetros en un recorrido llano. Se eligió la metodología del estudio cruzado, ciego y controlado con placebo, es decir, una sustancia sin principios activos que sirva de referencia para evaluar los efectos del tratamiento real.
Después de una visita inicial en la que se evaluó el VO2 máx de los atletas para determinar su velocidad aeróbica máxima, se les asignó aleatoriamente para recibir carbohidratos o placebos durante una carrera de 15 km por carretera plana. A la semana siguiente repitieron la carrera de 15 km, a la misma intensidad, pero con una suplementación diferente a la vez anterior, es decir: los que habían tomado hidratos de carbono recibirían el placebo, y viceversa.
La suplementación con carbohidratos comenzó inmediatamente antes de la actividad y continuó durante las siguientes dos horas, con una administración de 80 gramos por cada hora de actividad. Para evaluar el impacto de esta suplementación, se monitorizaron varios parámetros biológicos a través de muestras de sangre tomadas antes, inmediatamente después y hasta 24 horas después del ejercicio.
En particular, los parámetros controlados, además de los niveles de glucosa en sangre, se referían a varios indicadores del estado de inflamación, tales como:
- IL-6 (interleucina-6): una citoquina, es decir, una proteína que juega un papel fundamental en nuestra respuesta inflamatoria y que, si está presente en niveles altos, puede indicar un estado de inflamación aguda.
- Glóbulos blancos: células del sistema inmunitario que se dirigen a combatir las infecciones; es común un aumento de sus niveles después de una actividad física extenuante, ya que es una consecuencia directa de la respuesta inflamatoria.
- hs-PCR (proteína C reactiva de alta sensibilidad): un biomarcador que aumenta en respuesta a la inflamación y se utiliza para evaluar la exposición al riesgo de enfermedades inflamatorias.
- Cortisol: hormona cuya producción aumenta en condiciones de estrés psicofísico severo, como traumatismos o incluso ejercicio físico extremadamente intenso y prolongado.
- CK (creatina quinasa): enzima que se libera en la sangre cuando se produce un daño en las células musculares, cuyos niveles pueden proporcionar información útil sobre el grado de estrés al que se ha sometido el sistema muscular.
Resultados
De los 29 sujetos involucrados, 26 completaron el estudio. En ambas sesiones, los atletas corrieron los 15 kilómetros en un promedio de 57 minutos y 40 segundos, con niveles de lactato similares. Los resultados encontrados con la suplementación de maltodextrina y fructosa han mostrado efectos muy interesantes frente de la inflamación.
Los atletas que tomaron la mezcla de maltodextrina y fructosa en una proporción de 2:1, tres horas después del ejercicio tuvieron una reducción de los glóbulos blancos de aproximadamente el 10%, un signo de una disminución de la inflamación. Además, los niveles de cortisol se redujeron en más de un 80%, confirmando el efecto positivo sobre la fatiga. Finalmente, inmediatamente después del ejercicio, los niveles de IL-6 fueron un 20% más bajos que en aquellos que habían tomado el placebo.
Es importante señalar que la suplementación con 80 gramos de carbohidratos por hora ha dado resultados significativos, mientras que los estudios previos, que involucraron ingestas más bajas (40 o menos gramos/hora), no siempre habían brindado resultados concordantes.
Otro aspecto interesante se refiere al perfil lipídico: en cualquier caso, tanto el omega-3 como el omega-6 aumentaron en las horas posteriores a la actividad, pero en aquellos que habían tomado la mezcla de carbohidratos, el aumento de omega-3, en particular DHA (ácido docosahexaenoico, un ácido graso omega-3 con importantes propiedades antiinflamatorias), fue más marcado. Por el contrario, los niveles de AA (ácido araquidónico, un ácido graso omega-6 asociado con la inflamación) se redujeron en aproximadamente un 5% dentro de las 24 horas posteriores a la ingesta de carbohidratos, mejorando la proporción de omega-6 a omega-3, que es fundamental para modular la inflamación.
La relación omega-6/omega-3 y el daño muscular
Otro dato relevante del estudio muestra que la proporción de omega-6 y omega-3 (medida como el índice AA/EPA) juega un papel crucial en la prevención del daño muscular. Si los atletas tenían una relación AA/EPA superior a 30 antes de correr, los niveles de creatina quinasa (CK), que indican daño muscular, aumentaron significativamente durante las siguientes 24 horas. Por el contrario, cuando la relación AA/EPA estaba por debajo de 30, no se observaron cambios significativos en los niveles de CK después del ejercicio. Esto sugiere que, además de la suplementación con carbohidratos durante la actividad física, un equilibrio adecuado de ácidos grasos omega-6 y omega-3 antes del ejercicio también puede afectar positivamente la recuperación muscular.
Conclusiones
El estudio demostró que tomar una mezcla de maltodextrina y fructosa en una proporción de 2:1, en una cantidad de 80 gramos por cada hora de actividad, puede reducir significativamente la inflamación posterior al ejercicio. Los niveles de IL-6, glóbulos blancos y cortisol disminuyen más rápidamente que en la condición de placebo, y también se observa una mejora en el perfil lipídico, con un aumento de omega-3 y una reducción de omega-6 en la sangre.
Estos hallazgos sugieren que la suplementación adecuada de carbohidratos puede promover la recuperación después del entrenamiento, ayudando a reducir la inflamación y mejorando el equilibrio de la grasa en la sangre, con beneficios potenciales tanto en el bienestar como en el rendimiento deportivo.
Lee el estudio completo:
Righetti, S.; Medoro, A.; Graziano, F.; Mondazzi, L.; Martegani, S.; Chiappero, F.; Casiraghi, E.; Petroni, P.; Corbi, G.; Pina, R.; et al. Effects of Maltodextrin–Fructose Supplementation on Inflammatory Biomarkers and Lipidomic Profile Following Endurance Running: A Randomized Placebo-Controlled Cross-Over Trial.
Nutrients 2024, 16, 3078.